"Queremos que el rol de los jóvenes académicos sea protagónico"

En marzo de este año, Patricio Álvarez asumió como nuevo Director del Nodo i+T, planteándose como principal desafío el “construir sobre la base de lo realizado en la primera parte del proyecto”. Para lograr lo anterior e identificar las principales oportunidades se formularon como equipo preguntas que les permitió conocer si lo desarrollado hasta el momento iba en la dirección correcta o si debían tomar medidas para generar un giro y así adaptarse a las necesidades de la Facultad.

“En ese sentido, hemos completado el quehacer y las actividades que estaban planificadas. Realizamos una revisión por Departamentos identificando iniciativas y académicos cuyas investigaciones tienen un gran potencial de transferencia a la empresa. De alguna forma, sondear si lo que están haciendo lo podemos colocar al servicio del objetivo del Nodo, que es impactar positivamente en la economía del espacio de influencia de la Universidad del Bío-Bío”.

Como idea fuerza se han planteado el favorecer a la generación de condiciones habilitantes que permitan presentar las fortalezas de la Facultad y ofrecerlas a la industria. “Ese es el esfuerzo, primero reconocer y luego potenciar aquellas áreas que son más susceptibles. Para eso hemos sostenido varias reuniones y nos interesa trabajar con todas aquellas unidades existentes en la universidad que comparten funciones y objetivos con el Nodo”.

¿Cuáles son los principales desafíos que se plantean como Nodo i+T?

En el corto plazo, el interés fundamental es instalar las posibilidades que el proyecto entrega en la Facultad, es decir que las oportunidades lleguen a nuestros beneficiarios. A mediano plazo, una vez que tengamos académicos y estudiantes vinculados con la idea de transferencia e innovación, buscaremos potenciar el reconocimiento de socios al interior de la Facultad, Universidad o en las otras universidades socias. Agrupar talentos en torno a temas, siempre un equipo es más potente que un individuo y queremos que esto suceda con aquellos académicos que probablemente van a estar produciendo y liderando iniciativas en los próximos años. Esperamos que el rol de aquellos jóvenes académicos, que se están integrando a la Facultad, sea protagónico.

En el largo plazo, comparto los mismos desafíos que nuestro Decano con su equipo se han formulado: transformar la manera como formamos a los nuevos ingenieros, que estos no solo tengan un soporte sólido en lo científico y tecnológico, sino que también estén mejor preparados para la velocidad de los cambios, que estén atentos a las oportunidades para llevar a nuestra economía y país a un lugar superior, transformando y mejorando la calidad de vida de todos los chilenos.

¿Qué acciones se han desarrollado con los académicos y alumnos?

Como Nodo i+T, se prepararon algunos instrumentos que se pusieron al servicio de nuestros académicos, como por ejemplo los proyectos exploratorios. Ahora, queremos plantear un par más, enfocándonos en los académicos jóvenes que tienen una gran proyección y potencial para transferir, para eso debemos identificar los formatos que necesitamos para ellos. Una vez que ese proceso esté listo presentaremos a la comunidad académica de la Facultad un programa anual con las fechas establecidas.

Para los alumnos, hemos pensado en un par de iniciativas para involucrarlos en el proyecto. El Nodo ya tiene implementado el curso IBT y lo que queremos es identificar las buenas ideas y llevarlas al siguiente nivel y que ojala termine con algún desarrollo visible.

¿Cómo se vincularán con los distintos sectores productivos?

Queremos convocar a que los sectores productivos nos desafíen con sus problemas y ver hasta qué punto somos capaces de hacernos cargo de sus problemas. Para eso, nos hemos propuesto como Nodo trazar una metodología para atraer al sector productivo a la academia, para tener propuestas de investigación, con equipos de trabajos que tengan ideas para hacerse cargo de dichos problemas. Para eso identificamos algunos sectores económicos que están fuertemente ligados a lo que CORFO tiene identificado.

Afortunadamente, el Nodo cuenta con extraordinarias personas cuyo trabajo les permitió generar un clima que favorece mucho a la creatividad y el aventurarse. Tenemos un equipo potente con tres ingenieros de proyecto que no le tienen miedo a los desafíos y que está liderado por un colega que tiene mucha expertiz en estos temas. Por eso estoy tranquilo que vamos a cumplir lo que hemos trazado y mis expectativas para este año es llegar a aquellos académicos que tienen que ser tocados por el proyecto y mostrar los resultados en el plazo más temprano posible