El rol de la Vigilancia Tecnológica en el nuevo escenario de la cuarta revolución industrial

Conocida también como Industria 4.0 o Industria Inteligente, la llamada cuarta revolución industrial es una realidad que está ocurriendo globalmente y a la que nuestro país no es ajeno, siendo una tendencia que busca impulsar la productividad mediante el desarrollo del sector tecnológico nacional.

No es desconocido que estamos viviendo una nueva revolución global en la manera de hacer industria, la que apunta a la incorporación y uso de tecnologías digitales para mejorar la productividad desarrollando nuevas aplicaciones y servicios en los sectores tradicionales.

Es así como la Industria Inteligente está enfocada a rediseñar la producción bajo los conceptos de la manufactura avanzada, mediante la aplicación de tecnologías digitales que habilitan nuevas formas de entregar bienes, servicios y de hacer industria; pero ¿Cómo se lleva a cabo esta revolución en Chile?

Según el coordinador de la Red Iberoamericana de Manufactura Digital, Félix Maldonado, tanto en nuestro país como en Latinoamérica, “existe una brecha respecto a cómo enfrentar esta tendencia, para la cual es clave reunir a los profesionales y coordinar a los sectores productivo y público con la academia y los centros de investigación”.

De este modo, una de las buenas instancias de coordinación entre profesionales de nuestro país fue el encuentro, “Industrias Inteligentes y Manufactura Digital: de la inteligencia tecnológica al proceso de desarrollo de productos”, evento que duró cinco días siendo realizado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

El encuentro contempló clases magistrales, seminarios y espacios para la formación y el desarrollo de redes, contando con la participación de la Red de Vigilancia Tecnológica de la MacroFacultad de Ingeniería, consorcio conformado por las universidades de Talca, Bío-Bío y La Frontera.

El coordinador de dicha Red, Sergio Cerda, dictó un módulo de formación denominado “Prospectiva, vigilancia e inteligencia tecnológica”, en la que se abordaron diversos aspectos relevantes de esta práctica de captura selectiva de información para la investigación y también para el desarrollo de nuevos productos, con casos prácticos en los que se dieron a conocer los alcances de la Vigilancia Tecnológica.

Según comentó Cerda, la participación de la Red de Vigilancia Tecnológica es de gran importancia, pues ha permitido a la MacroFacultad una vinculación con una importante red Iberoamericana de investigadores en el campo de la manufactura digital.

En la charla realizada se destacó el interés de los asistentes por las metodologías y herramientas utilizadas en la labor de vigilancia, todos ellos aspectos no utilizados regularmente por los investigadores y estudiantes presentes. Las áreas de formación como Ingeniería y Diseño industrial no contemplan en su formación el desarrollo de dichas competencias.

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Siendo una de las brechas la falta de armonización entre profesionales de diversas áreas que son indispensables para impulsar la Industria Inteligente, el congreso tuvo el objetivo de reunir a los actores para comenzar a generar redes de trabajo que lleven a cabo la cuarta revolución industrial en nuestro país.

En este aspecto la Vigilancia Tecnológica es uno de los actores clave al momento de generar nuevos productos desde la industria, “Para favorecer el desarrollo de un producto, es necesario tener una adecuada inteligencia tecnológica, que incluye Prospectiva y Vigilancia Tecnológica, las que son fundamentales para tener una mayor certeza en que lo que se está desarrollando como producto, efectivamente tenga una buena aceptación, un nicho propio o se transforme en una invención o una innovación”, explicó el coordinador de la Red de Vigilancia Tecnológica, Sergio Cerda.

En esta incipiente revolución en nuestro país, el rol de la armonización entre distintos actores será clave para abrir nuevas posibilidades para abordar los desafíos de este nuevo escenario industrial global, que se resume, según la Red Iberoamericana Manufactura Digital, en una frase: “La universidad tiene que aprender a fabricar de nuevo”.